En esta nueva aparición en el
blog me voy a atrever con una crítica sobre una película española. Pero no una
cualquiera… una película de las grandes del cine español, que demuestra que si
se trabaja duro puedes obtener películas muy buenas y que hagan disfrutar al espectador.
Hablo de Celda 211.
Cuando van a hacer una película
española muchos directores piensan lo mismo: Vamos a coger muchos actores
conocidos, que estén de moda, y ya tendremos clientes. El guion me da igual,
solo actores buenos. MEC, error. Error y de los gordos, porque así solo
consigues unos fans que en cuatro días ya ni te conocerán, porque les gustarán
otros actores y otra gente.
¿Qué hizo aquí Daniel Monzón?
Juntó a un grupo de grandísimos actores: Luis Tosar, Antonio Resines, Carlos
Bardem y Marta Etura. Le añadió un actor novel, Alberto Ammann. Y empezó a
trabajar, sin pensar en fans ni en nada. Simplemente darle vueltas a la
historia, adaptarla de la mejor manera que pudiera.
Le dio el papel protagonista a
Luis Tosar, y el papel secundario a Alberto Ammann. El resto tenían papeles
importantes, pero quedan a años luz de estos dos magníficos actores que clavan
la actuación y te hacen sentir gran cantidad de emociones.
La película trata sobre un motín
en una cárcel, con la mala suerte de que un funcionario nuevo, Alberto Ammann,
queda encerrado en este motín. Al verse en este embrollo decide hacerse pasar
por un preso para que no le ocurriera nada.
Y la película es casi perfecta.
Empiezan a desarrollar la historia lentamente, te van introduciendo las
situaciones poco a poco, sin precipitarse. Los detalles son muy importantes, y
Daniel Monzón los gestiona muy bien. Y el momento del motín es genial, con
Alberto con una soltura en su actuación digna de todo un veterano, hay momentos
hasta en los que sobresale por encima de un excelente Luis Tosar, cuya
actuación es digna de todos los elogios que puedan existir en el cine español.
Van mezclando bien los momentos
de los funcionarios, intentando solucionar la papeleta, con los momentos de los
presos y como intentan obtener sus pretensiones. Va viéndose cada vez más
química entre los dos protagonistas, van abriéndose entre ellos, van creciendo
psicológicamente hablando y llegan a hacerse prácticamente amigos. Es genial la
ternura que desprenden, lo que nunca podría pensarse de un Malamadre fuerte y opaco, como era al principio de la película.
Y qué narices… Olé por este cine
español. Este es el cine que quiero ver y disfrutar, el cine que todos los
españoles estamos orgullosos de hacer y poder exportar al mundo. Dejémonos de
historias y apostemos por este cine ya, pero por favor, impidamos “Mentiras y
gordas”, “A 3 metros sobre el cielo” y demás películas inútiles que lo único
que aportan son derrames cerebrales. Hagamos este tipo de películas, dejémonos
de cachas, enseñar camisetas, mostrar sexo explícito y demás chorradas para
atraer al público. Hagamos cine de verdad de una puñetera vez, que ya va siendo
hora.
Para finalizar, simplemente
felicitar a todo el equipo que realizó este proyecto. Decir que es la mejor
película española de la historia igual es pasarse, pero entre las tres primeras
debería estar. En mi ranking sin duda está.
Mi nota: 9.5/10
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